Cuando Estanislao Zeballos instauró el día del árbol en Argentina en el año 1900, la visión de la naturaleza y la problemática ambiental para la política gubernamental era difente. En esa época lo que se fomentaba era la actividad forestal, y en general se valoraba el plantar árboles introducidos de otras partes del mundo. De hecho se valoraban poco nuestros ecosistemas nativos como se puede observar en las palabras de Faustino Sarmiento: "El cultivo de los árboles, conviene a un país pastoril como el nuestro, porque no solo la arboricultura se une perfectamente a la ganadería, sino que debe considerarse un complemento indispensable. (…) La Pampa es como nuestra República, tala rasa. Es la tela en la que ha de bordarse una nación. Es necesario escribir sobre ella ¡Árboles! ¡Planten árboles!"
En la actualidad se sabe que nuestros diversos e indispensables ecosistemas nativos están desapareciendo a causa de el sistema económico dominante que se basa en el extractivismo y la explotación devastadora de los ecosistemas boscosos (y de todos), a través de desmontes e incendios masivos. Por eso es necesario reflexionar y buscar un cambio de paradigma y de relación con la naturaleza. Y las culturas campesinas e indígenas, en especial los ancianos, son maestros inspiradores.
¡Gracias!
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